¡No desperdicies comida! aprende a colocar la nevera de forma eficiente:
septiembre 22, 2020A pesar de los tiempos de crisis que vivimos, seguimos desperdiciando una gran cantidad de comida. Concretamente en España, hasta 76 kilos por familia al año. No es que a los españoles nos guste tirar la comida, se trata más bien de una cuestión de practicidad a la hora de colocar la nevera y el congelador de una forma más optimizada.
Antes de ir a la compra, tienes que hacer un ejercicio de revisión tanto en la despensa como en la nevera. Es decir, tienes que ser consciente de lo que te queda, por cuánto tiempo y cuántas cosas te faltan. De este modo, tu lista de la compra sólo contendrá lo estrictamente necesario, lo cual se traduce en ahorro.
Una vez en el supermercado, deberás seguir tu lista de la compra a conciencia, dejando siempre los congelados para el final. No olvides meterlos en la bolsa especial para congelados para que no se rompa la cadena de frío.
Tenemos la compra y ahora sólo queda llenar nuestra nevera. Pero ésta lleva detrás una tarea que si la llevas a cabo de forma estricta, podrás optimizar tus alimentos mucho más, sin necesidad de tirar tanta comida a la basura. Lo primero que tienes que hacer es poner los alimentos que había antes delante de los nuevos. Así no te olvidarás de ellos y los consumirás antes. A continuación, pasaremos a introducir los congelados.
Los congelados habría que conservarlos separados por familias (carnes, pescados…) en su envase original a ser posible. Los productos que guardemos en bolsas de congelación deberán tener indicada la fecha de caducidad, la de congelación y el tipo de alimento que contiene. A la hora de descongelar, concretamente carne y pescado, se recomienda hacerlo o bien en la nevera o bien en el microondas.
Cuando tengamos bien ordenado el congelador pasaremos a distribuir los diferentes tipos de alimentos por la nevera. En la parte más baja de la nevera solemos tener un cajón para las verduras y otro para las frutas. Justo encima, está el estante más frío, ya que el frío pesa y tiende a bajar, por ello, es ideal que la carne y el pescado se conserven en esta zona (sin mezclarse). Los embutidos y demás platos preparados pueden ubicarse justo encima y en la parte más alta podemos poner los lácteos y los refrescos. Así, tendremos nuestra nevera ordenada y optimizada para no desperdiciar ningún alimento.
La puerta del frigorífico es la parte menos fría. Allí pondremos botellas, botes de salsas, mantequillas y los huevos con el fin de que se conserven frescos sin pasarnos con la dosis de frío. Se recomienda que la puerta del frigorífico no permanezca abierta durante mucho tiempo porque precisamente se pueden estropear los productos más perecederos.
Esperamos que esto te sirva para organizarte mejor, para ahorrar en tu lista de la compra y para que ya no se desperdicie tanta comida. Y recuerda, fíjate mucho en las etiquetas con promociones para productos de larga duración y compra packs ahorro gigante si tenéis que cubrir esta necesidad. ¡Podrás ahorrar hasta un 20%!